Colgante realizado en plata de primera Ley (925) en forma de nudo celta. El colgante incluye un cordón encerado (45cm) con terminales y cierres en plata de Ley.
Hecho en España.
Medidas:
Largo: 3,5 cm
Ancho: 2,6 cm
Peso: 5,5 gramos
Los nudos celtas son los más populares en la historia y cultura celta representando un emblema único para artesanos y joyeros hoy en día. Empezaron a aparecer alrededor del 450 D.C. siendo utilizados mayormente por artesanos y monjes con el fin de adornar sus manuscritos como en el famoso Libro de Kells.
El significado original de muchos de los diseños se han perdido debido a la escasez de documentos escritos fiables y muchos fueron inventados por lo que descubrir el significado real es muy difícil y en algunos casos casi imposible. Sin embargo, los historiadores sí se ponen de acuerdo en ciertas teorías con respecto al diseño de estos conocidos símbolos:
Los nudos representan en su esencia la eternidad, la naturaleza eterna del alma, el ciclo de vida ininterrumpida de nacimiento y renacimiento con sus infinitas reencarnaciones, ya que para los celtas estos símbolos no tenían principio ni final. El entrelazado del diseño del nudo, con sus líneas continuas, podrían simbolizar el proceso de esta eterna evolución que experimenta el alma en sus continuas reencarnaciones hasta alcanzar el objetivo de la perfección.
Cada uno de los nudos celtas
alteraría su significado según la forma y cantidad de nudos enlazados. Los nudos
complejos significan el modo en el que todas las cosas están
conectadas entre sí.
Muchos investigadores afirman que el nudo celta podía representar un poderoso talismán de buena suerte con lo que era muy frecuente verlo como decoración en los hogares celtas ya que este pueblo creía firmemente en el carácter sagrado del lugar. Es más, se dice que acostumbraban a ofrecer regalos adornados con estos místicos nudos para simbolizar sus mejores deseos de longevidad o suerte.
Según
George Bain, un prestigioso
profesor de arte celta, los nudos celtas
personificaban el patrimonio de tal forma que ciertos nudos
identificaban determinadas familias celtas como ocurría en determinados clanes de las Highlands. Eso significaría que para
cada familia podría haber un nudo único para designar cada linaje, al mismo tiempo que definirían ciertos
valores o cualidades que enfatizarían el prestigio según el nudo de que se tratase.
También es frecuente ver el trabajo del nudo
en forma de un óvalo, que es la forma de un huevo. El óvalo tiene algo que ver con la
creatividad generativa y el nacimiento y se dice que
simboliza el infinito, otro elemento fundamentalmente celta.